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Vuelos de interior/Bienal de Venecia 2015: https://www.youtube.com/watch?v=OBMa8CvSlo0

Vuelos de interior / prueba: https://www.youtube.com/watch?v=3U7V-WgM8Gs

Vuelos de interior/planeo :https://www.youtube.com/watch?v=bPppHE-YiUU 

Vuelos de interior

Esta performance, nació muy de a poco, y no puramente fruto de una decisión mía.

Un poco de historia personal: de pequeño, mi abuelo paterno Luis, me mostraba sus modelos de planeadores de madera balsa y papel japonés. Él hacía unos modelitos básicos en ese momento pero en su adultez había participado en campeonatos con grandes planeadores remolcados. Me mostraba sus revistas Lupín, donde salían planos de construcción pero yo en esa época no tenía paciencia para la exactitud requerida para construir a partir de un plano, así que nunca pasé de construir con madera balsa una réplica de un dirigible, que nunca iba a volar, claro. Hermanos de mi abuelo y sus hijos eran experimentados aviadores, incluso uno de ellos fue campeón sudamericano de looping, una maniobra que consiste en volar en círculos verticales con el avión.

Una vez, por el centro de Buenos Aires, me topo con una revista en un kioskito, El aeromodelismo. Sólo por curiosidad y nostalgia, me la compré. Al llegar al taller y hojearla, me topé con una maravilla: un aeromodelo de interior. Era un modelo creado por Marcos Molo, quien tiempo después, sería mi principal maestro en este tema. Se llamaba el 3 patitos, pues desarmado, tenía que entrar en una caja de 222 fósforos tres patitos. El proponía concursos de esta nueva modalidad, aeromodelos de interior, que cupieran en esa cajita. Quedé enamorado. Me puse a construir el modelo, pues la revista venía con el plano. Lo armé, lo puse en vuelo y se me desarmó en el aire, je.

Como publicaba su mail, me contacté con él contándole, y él amablemente me dijo que empezar a construir aeromodelos con ese precisamente no era recomendable, pues era uno difícil de construir y de trimar. Me invitó a asistir al Nacional de indoor En Rafaela, Santa Fe, y me envió un modelo factible de hacer.Nos acercamos al club, un lugar cerrado que se adivinaba de afuera como una cancha de basquet o algo así. Abrimos una puerta chiquita. Yo me imaginaba un tremendo evento ya que se trataba del Nacional, pero no, éramos sólo 7 personas. Las siete mirando como un casi invisible avioncito volaba silenciosamente en el medio del volumen de aire de ese enorme espacio.Quedé hipnotizado.

Esas siete personas eran los que concursaban; no había ni un espectador, salvo Juli y yo. Todos amistosos, generosos, comunicativos, querían ver mi modelo el cual planeó un poquito pero no estaban bien los ángulos de incidencia y pesaba demasiado: 1 gramo.
A partir de ahí empezamos a ir todos los sábados al mediodía al club Saint Exupery donde ellos practicaban, que era en realidad una cancha cerrada para practicar patines sobre ruedas en un lugar que no recuerdo el nombre y Juli sí, pero ahora está dormida.

Tanto Marcos, como el gran ser llamado Delmo Donelli, me enseñaron todo. Ellos fueron observando los nuevos modelos que yo llevaba cada sábado. Fui mejorando la construcción y la paciencia. Recuerdo que ellos observaban el vuelo, que obvio no era óptimo, luego observaban el modelo, tomaban una regla, medían por ejemplo el wash in de una semiala, y me decían: mmm 2 milímetros, ?a ver el plano? mmm no, acá en el plano dice 3 milímetros. Y yo les decía, bueno, por un milímetro... Si el plano dice 3, es 3. Gran aprendizaje. Yo estaba maravillado.Hice planeadores remolcados de interior, aeromodelos con hélice, primero para principiantes  luego modelos más difíciles. Estuve un año entero, tratando de que un aeromodelo con hélice, vaya simplemente hacia arriba pero cuando por primera vez voló fue, no hay palabras...Como si yo hubiera volado. Como si Juli y yo hubiéramos volado. Y eso es lo que nos hizo este proyecto, volar.