EMILIANO MILIYO
(Buenos Aires, 1970)
Vive y trabaja en Buenos Aires.

 

Fue significativa para su inclinación artística la influencia de su padre, militante de izquierda, publicista, gran lector y muy buen dibujante.
Como así también la de su madre, costurera y ceramista, que le inculcó el amor por la artesanía, el trabajo manual y los oficios. En su adolescencia comenzó sus primeros estudios formales en arte.

No obstante, la avidez de conocimiento, compartida entre el grupo de estudiantes, constituyó un factor determinante en la búsqueda e indagación sobre las tendencias artísticas del siglo XX y las expresiones actuales de arte que mostraban nuevas estrategias de producción. Concurrió a bibliotecas, exposiciones de arte y estuvo atento a todo lo que ocurría en el campo del cine, la literatura, la galería del Rojas (Centro Cultural Ricardo Rojas), el Centro Cultural Recoleta y la movida cultural de fines de los ochenta en Buenos Aires.

En aquel contexto, comenzó su producción artística haciendo comics y graffitis. Formó parte del colectivo de artistas Mariscos en tu Calypso –junto con Esteban Pagés y Sebastián Gordín, entre otros- con quienes participó en muestras para la galería del Rojas.

Ya en los noventa, se produjo un cambio en su producción artística, que lo acercó a los postulados del conceptualismo. El autor incorporó estas referencias estéticas realizando obras en las que los límites entre pintura, escultura, objeto e instalación se desdibujaban.

Posteriormente subsumido en un periodo de reflexión, tomó contacto con tradiciones y enseñanzas espirituales que junto a su trabajo artístico, confluyó en la construcción de una estética personal de tinte conceptual que propone una visión crítica hacia la práctica artística, la realidad, la humanidad y los valores establecidos por la sociedad.